martes, 9 de diciembre de 2008

NO dejes para mañana...


Mi amigo abrió el cajón de la mesita de noche de su mujer y sacó un paquetito envuelto en un papel blanco.
Éste, dijo, no es un simple paquete, es ropa interior.
Tiró el papel y observó la preciosa seda del conjunto.
“Lo compró la primera vez que fuimos a New York hace 8 o 9 años... Nunca lo usó”.
“Lo guardaba para una ocasión especial... bien, creo que ésta es la ocasión adecuada”.
Se acercó a la cama y apoyó el conjunto al lado de la ropa que había llevado a la funeraria.
Su mujer acababa de morir.Se giró hacia mí y me dijo: “Nunca guardes nada para una ocasión especial, cada día que vives es una ocasión especial”.
Todavía pienso como me han cambiado la vida estas palabras.
Ahora leo más y limpio menos, me siento en la terraza y admiro el panorama sin prestar atención a los hierbajos del jardín.
Paso mas tiempo con mi familia y mis amigos, y menos trabajando.
He entendido que la vida es un conjunto de experiencias para gozar, no para sobrevivir.
No guardo nada. Uso los mejores vasos todos los días.
Me pongo el traje nuevo para ir al supermercado si me apetece.
Ya no guardo mi mejor colonia para fiestas especiales, la uso todas las veces que me apetece.
Las frase “Un día..” y “uno de estos días...” han desaparecido de mi vocabulario.
Vale la pena hacerlo ahora...
No sé lo que habría hecho la mujer de mi amigo, si hubiese sabido que no estaría aquí mañana.
Creo que habría llamado a sus familiares y a sus amigos más íntimos.
A lo mejor habría llamado viejos amigos para disculparse de viejas peleas.
Me gusta pensar que habría ido a un restaurante chino... Su preferido.
Son estas pequeñas cosas no hechas, las que me molestarían, si supiera que tengo las horas contadas.
Estaría molesto porque dejaría de ver los amigos que vería “uno de estos días”.
Estaría molesto por no escribir esas cartas que quería escribir “algún día”.
Estaría molesto y triste porque no dije a mis hermanos y a mis hijos cuanto les quiero.
Ahora intento no guardar nada que añadiría risa y alegría a nuestras vidas.
Cada día, me digo a mí mismo que éste es un día especial.
¡Cada día, cada hora, cada minuto es especial!

Las cosas no siempre son lo que parecen.


Dos Ángeles de viaje se detuvieron para pasar la noche en la casa de una familia adinerada.
La familia era ruda y le negó a los ángeles quedarse en el cuarto de huéspedes de la mansión, en cambio les dieron un espacio pequeño en el sótano frío.
Cuando ellos hicieron su cama en el suelo duro, el ángel más viejo vio un agujero en la pared y lo reparó. La noche siguiente el par de ángeles fue a descansar en la casa de un pobre granjero muy hospitalario y su esposa; después de compartir la humilde comida, la pareja de granjeros le cedió su cuarto a los ángeles para que puedan descansar bien.
Cuando el sol surgió a la mañana siguiente los ángeles encontraron al granjero y su esposa llorando. Su única vaca, cuya leche había sido su sólo ingreso, yacía en el campo. El ángel más joven se asombró y le preguntó al más viejo cómo pudo permitir que esto ocurriese.....
-El primer hombre tenía todo, y todavía tu lo ayudaste... La segunda familia tenía muy poco y estaba dispuesta a compartir todo... ¡Y tú permitiste que la vaca se les muriese...!-Las cosas no son siempre lo que parecen, contestó el más viejo.-Cuando nosotros nos quedamos en el sótano de la mansión, noté por el agujero de la pared que había muchos sacos de oro en la habitación vecina. Como el dueño se obsesionó con su avaricia y no era capaz de compartir su fortuna, yo le sellé la pared para que nunca más los vuelvan a encontrar.- Y anoche, cuando nos fuimos a dormir a la cama de los granjeros, vino el ángel de la muerte para llevarse a su esposa, yo le di en cambio la vaca....Las cosas no siempre son como parecen.A veces esto es exactamente lo que pasa, todo en la vida tiene su porqué; a veces nos cuesta encontrarlo y otras veces le damos la espalda.DEJA QUE TU ÁNGEL DE LA GUARDA TE GUÍE Y SÉ TU MISMO, NADIE MEJOR QUE TÚ PARA DISCERNIR.
BENDICE Y AGRADECE CADA MOMENTO VIVIDO, QUE SERÁ LA RECOMPENSA HACIA EL FUTURO.

La historia dice que hace algún tiempo un hombre castigó a su hija de 5 años de edad por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver que era muy caro. El dinero estaba escaso y él se enojó aun más cuando la niña pegó el papel dorado para decorar un caja y ponerla debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, la niñita le trajo la caja de regalo a su padre la mañana siguiente y le dijo: "Esto es para ti, papito".
El padre estaba avergonzado por su anterior reacción exagerada, pero su enojo apareció de nuevo cuando encontró que la caja estaba vacía.
Le habló a su hija de una manera recia: "¿No sabes, jovencita, que cuando das un regalo a alguien, se supone que debe haber algo dentro del paquete?".
La niñita lo miró con lágrimas en sus ojos y le dijo: "Oh, papito, no está vacía. Le puse besitos hasta que se llenó"...
El padre estaba deshecho. Cayó de rodillas y abrazó a su pequeña hija, y le rogó que lo perdonara por su enojo innecesario.
Un accidente le quitó la vida a la niña solo un poco tiempo después, y se dice que el papá conservó la caja dorada junto a su cama por todos los años que le quedaron de vida. Y cuando él estaba desanimado o enfrentaba problemas difíciles, abría la caja y tomaba un beso imaginario y recordaba el amor que la niña había puesto ahí.